"Los Lisperguer y La Quintrala " de Benjamín Vicuña Mackenna
Ficha Completa del Libro
Autor: Benjamín Vicuña Mackenna
Género: Novela histórica
Año de publicación: 1877
Editorial: Zig Zag
ISBN:
Resumen
En el corazón de la Santiago colonial, donde los susurros de conspiraciones resuenan en los corredores de las casas patronales, emerge la figura de Catalina de los Ríos y Lisperguer, conocida como La Quintrala. Enigmática, seductora y temida, Catalina maneja los hilos de una sociedad donde el poder y la intriga dictan el destino de hombres y mujeres. Este libro no solo reconstruye la vida de una de las figuras más controvertidas de la historia de Chile, sino que también nos lleva al alma de una época marcada por la codicia, la fe y los secretos familiares. ¿Es Catalina una víctima de su tiempo o el reflejo de la maldad inherente? Acompaña a los Lisperguer en esta fascinante exploración de lo humano y lo monstruoso en un mundo tan lejano, pero sorprendentemente cercano.
Lectura Rápida
En la atmósfera turbulenta de la Santiago colonial del siglo XVII, se desarrolla la historia de una de las figuras más legendarias y controvertidas de la historia chilena: Catalina de los Ríos y Lisperguer, conocida por todos como La Quintrala. Francisco José Colón nos transporta a una época marcada por la opulencia de las familias aristocráticas, la rigidez de las estructuras sociales y el eco de las tensiones coloniales que definieron la identidad de un continente en formación.
Desde las primeras páginas, la novela introduce a los Lisperguer, una familia acomodada y poderosa que se encuentra en el centro de la vida social y política de Santiago. Catalina, la protagonista, es una joven de belleza deslumbrante pero con un carácter feroz y desafiante. Educada en un entorno dominado por la ambición y los conflictos familiares, desde niña desarrolla una visión pragmática y despiadada del poder. Su madre, una mujer rígida y severa, y su abuelo, un hombre astuto pero de moral cuestionable, moldean la personalidad de Catalina, quien desde temprana edad demuestra ser una figura destinada a romper los moldes establecidos.
La obra nos guía a través de episodios clave en la vida de Catalina, mostrando cómo sus experiencias familiares y sociales van configurando su identidad. Entre los temas recurrentes está su relación con la esclavitud, un reflejo de la realidad de la época, y su interacción con la población indígena, marcada por tensiones y desigualdades. La joven Catalina, rodeada de privilegios, muestra desde el principio un carácter indomable que desafía las normas de la sociedad colonial.
A medida que Catalina crece, su transformación en "La Quintrala" se convierte en el eje central de la narrativa. El apodo, cargado de misterio y temor, surge de su asociación con la maldad, los rumores de brujería y su supuesta capacidad para ejercer una influencia casi sobrenatural sobre quienes la rodean. La novela reconstruye con detalle los eventos que alimentaron la leyenda: sus romances apasionados y a menudo trágicos, los enfrentamientos con la iglesia y las autoridades, y las historias de crueldad que marcaron su relación con los sirvientes y esclavos de su hacienda.
En paralelo, Francisco José Colón describe con maestría el contexto histórico de la época, destacando las dinámicas de poder que caracterizaron a la sociedad colonial. La trama se entrelaza con las luchas políticas y territoriales de los Lisperguer, mostrando cómo Catalina utiliza su astucia y carisma para mantenerse en el centro de las intrigas familiares y sociales. Los conflictos entre los Lisperguer y otras familias influyentes sirven como un microcosmos de las tensiones que definieron la vida en las colonias, desde las disputas por tierras hasta los juicios manipulados por intereses personales.
La figura de Catalina es presentada como un enigma. Si bien los relatos populares la pintan como una villana despiadada, la novela ofrece una visión más matizada, explorando las circunstancias que pudieron haberla llevado a adoptar un papel tan controversial. ¿Fue Catalina una víctima de las expectativas y limitaciones de su tiempo, o fue simplemente una mujer que decidió ejercer su poder sin pedir disculpas?
El clímax de la obra llega con los momentos finales de Catalina, donde enfrenta las consecuencias de sus actos y reflexiona sobre su legado. A pesar de las múltiples acusaciones en su contra, nunca pierde su compostura ni su aire de autoridad. Su vida, envuelta en misterio y contradicciones, termina dejando más preguntas que respuestas.
Francisco José Colón cierra la narrativa con una reflexión sobre cómo la historia y la leyenda pueden entrelazarse para crear personajes inmortales. Catalina de los Ríos y Lisperguer, La Quintrala, no es solo un producto de su tiempo, sino también una figura que desafía las normas de su sociedad, dejando un legado que trasciende generaciones.
En la atmósfera turbulenta de la Santiago colonial del siglo XVII, se desarrolla la historia de una de las figuras más legendarias y controvertidas de la historia chilena: Catalina de los Ríos y Lisperguer, conocida por todos como La Quintrala. Francisco José Colón nos transporta a una época marcada por la opulencia de las familias aristocráticas, la rigidez de las estructuras sociales y el eco de las tensiones coloniales que definieron la identidad de un continente en formación. Desde las primeras páginas, la novela introduce a los Lisperguer, una familia acomodada y poderosa que se encuentra en el centro de la vida social y política de Santiago. Catalina, la protagonista, es una joven de belleza deslumbrante pero con un carácter feroz y desafiante. Educada en un entorno dominado por la ambición y los conflictos familiares, desde niña desarrolla una visión pragmática y despiadada del poder. Su madre, una mujer rígida y severa, y su abuelo, un hombre astuto pero de moral cuestionable, moldean la personalidad de Catalina, quien desde temprana edad demuestra ser una figura destinada a romper los moldes establecidos. La obra nos guía a través de episodios clave en la vida de Catalina, mostrando cómo sus experiencias familiares y sociales van configurando su identidad. Entre los temas recurrentes está su relación con la esclavitud, un reflejo de la realidad de la época, y su interacción con la población indígena, marcada por tensiones y desigualdades. La joven Catalina, rodeada de privilegios, muestra desde el principio un carácter indomable que desafía las normas de la sociedad colonial. A medida que Catalina crece, su transformación en "La Quintrala" se convierte en el eje central de la narrativa. El apodo, cargado de misterio y temor, surge de su asociación con la maldad, los rumores de brujería y su supuesta capacidad para ejercer una influencia casi sobrenatural sobre quienes la rodean. La novela reconstruye con detalle los eventos que alimentaron la leyenda: sus romances apasionados y a menudo trágicos, los enfrentamientos con la iglesia y las autoridades, y las historias de crueldad que marcaron su relación con los sirvientes y esclavos de su hacienda. En paralelo, Francisco José Colón describe con maestría el contexto histórico de la época, destacando las dinámicas de poder que caracterizaron a la sociedad colonial. La trama se entrelaza con las luchas políticas y territoriales de los Lisperguer, mostrando cómo Catalina utiliza su astucia y carisma para mantenerse en el centro de las intrigas familiares y sociales. Los conflictos entre los Lisperguer y otras familias influyentes sirven como un microcosmos de las tensiones que definieron la vida en las colonias, desde las disputas por tierras hasta los juicios manipulados por intereses personales. La figura de Catalina es presentada como un enigma. Si bien los relatos populares la pintan como una villana despiadada, la novela ofrece una visión más matizada, explorando las circunstancias que pudieron haberla llevado a adoptar un papel tan controversial. ¿Fue Catalina una víctima de las expectativas y limitaciones de su tiempo, o fue simplemente una mujer que decidió ejercer su poder sin pedir disculpas? El clímax de la obra llega con los momentos finales de Catalina, donde enfrenta las consecuencias de sus actos y reflexiona sobre su legado. A pesar de las múltiples acusaciones en su contra, nunca pierde su compostura ni su aire de autoridad. Su vida, envuelta en misterio y contradicciones, termina dejando más preguntas que respuestas. Francisco José Colón cierra la narrativa con una reflexión sobre cómo la historia y la leyenda pueden entrelazarse para crear personajes inmortales. Catalina de los Ríos y Lisperguer, La Quintrala, no es solo un producto de su tiempo, sino también una figura que desafía las normas de su sociedad, dejando un legado que trasciende generaciones.
Personajes
1. Catalina de los Ríos y Lisperguer (La Quintrala)
Importancia: Protagonista central de la novela, Catalina es una figura compleja y enigmática que representa el poder y la transgresión en una sociedad rígidamente patriarcal. Su belleza, inteligencia y carácter despiadado la convierten en un símbolo de rebeldía, pero también en un personaje temido por su presunta crueldad. A través de ella, la obra explora temas como el abuso de poder, la ambición, y la opresión social.
2. La madre de Catalina
Importancia: Figura autoritaria que ejerce una gran influencia en la formación del carácter de Catalina. Su severidad y ambición contribuyen a moldear la personalidad fuerte y a menudo despiadada de su hija. Representa las expectativas sociales impuestas a las mujeres en la época colonial.
3. El abuelo de Catalina
Importancia: Un hombre astuto y calculador que también juega un papel crucial en la crianza de Catalina. Le transmite una visión pragmática y manipuladora del poder, enseñándole a sobrevivir y dominar en un mundo de intrigas familiares y políticas.
4. Los Lisperguer
Importancia: La familia extendida de Catalina, que representa la aristocracia colonial de Santiago. A través de ellos, la novela retrata las dinámicas familiares de poder, rivalidades y lealtades que afectan tanto a Catalina como al resto de los personajes. Sirven como un microcosmos de las tensiones sociales y políticas de la época.
5. Los sirvientes y esclavos de la hacienda
Importancia: Aunque no son personajes individuales con un papel destacado, su presencia colectiva es fundamental para mostrar las desigualdades sociales y la brutalidad del sistema colonial. Sus interacciones con Catalina ilustran su relación ambivalente con el poder, oscilando entre la dependencia y el abuso.
6. Los rivales de los Lisperguer
Importancia: Representan las familias enemistadas con los Lisperguer, involucradas en disputas por tierras y poder. Estas rivalidades reflejan las tensiones de la sociedad colonial y sirven como catalizadores de varios conflictos en la trama.
7. Las figuras eclesiásticas
Importancia: Los sacerdotes y miembros de la iglesia son personajes que representan la autoridad moral y religiosa de la época. A menudo están en conflicto con Catalina debido a su supuesta relación con la brujería y su comportamiento transgresor.
8. Los pretendientes y amantes de Catalina
Importancia: Son personajes que ilustran diferentes facetas de la personalidad de Catalina, desde su capacidad para seducir hasta su habilidad para manipular y controlar. Sus historias reflejan los aspectos trágicos y pasionales de la vida de La Quintrala.
9. Los enemigos políticos de la familia Lisperguer
Importancia: Personajes que buscan socavar el poder de los Lisperguer, ya sea a través de intrigas judiciales o disputas por el control de tierras. Son esenciales para mostrar las dimensiones políticas de la trama y el contexto histórico de la novela.
1. Catalina de los Ríos y Lisperguer (La Quintrala) Importancia: Protagonista central de la novela, Catalina es una figura compleja y enigmática que representa el poder y la transgresión en una sociedad rígidamente patriarcal. Su belleza, inteligencia y carácter despiadado la convierten en un símbolo de rebeldía, pero también en un personaje temido por su presunta crueldad. A través de ella, la obra explora temas como el abuso de poder, la ambición, y la opresión social. 2. La madre de Catalina Importancia: Figura autoritaria que ejerce una gran influencia en la formación del carácter de Catalina. Su severidad y ambición contribuyen a moldear la personalidad fuerte y a menudo despiadada de su hija. Representa las expectativas sociales impuestas a las mujeres en la época colonial. 3. El abuelo de Catalina Importancia: Un hombre astuto y calculador que también juega un papel crucial en la crianza de Catalina. Le transmite una visión pragmática y manipuladora del poder, enseñándole a sobrevivir y dominar en un mundo de intrigas familiares y políticas. 4. Los Lisperguer Importancia: La familia extendida de Catalina, que representa la aristocracia colonial de Santiago. A través de ellos, la novela retrata las dinámicas familiares de poder, rivalidades y lealtades que afectan tanto a Catalina como al resto de los personajes. Sirven como un microcosmos de las tensiones sociales y políticas de la época. 5. Los sirvientes y esclavos de la hacienda Importancia: Aunque no son personajes individuales con un papel destacado, su presencia colectiva es fundamental para mostrar las desigualdades sociales y la brutalidad del sistema colonial. Sus interacciones con Catalina ilustran su relación ambivalente con el poder, oscilando entre la dependencia y el abuso. 6. Los rivales de los Lisperguer Importancia: Representan las familias enemistadas con los Lisperguer, involucradas en disputas por tierras y poder. Estas rivalidades reflejan las tensiones de la sociedad colonial y sirven como catalizadores de varios conflictos en la trama. 7. Las figuras eclesiásticas Importancia: Los sacerdotes y miembros de la iglesia son personajes que representan la autoridad moral y religiosa de la época. A menudo están en conflicto con Catalina debido a su supuesta relación con la brujería y su comportamiento transgresor. 8. Los pretendientes y amantes de Catalina Importancia: Son personajes que ilustran diferentes facetas de la personalidad de Catalina, desde su capacidad para seducir hasta su habilidad para manipular y controlar. Sus historias reflejan los aspectos trágicos y pasionales de la vida de La Quintrala. 9. Los enemigos políticos de la familia Lisperguer Importancia: Personajes que buscan socavar el poder de los Lisperguer, ya sea a través de intrigas judiciales o disputas por el control de tierras. Son esenciales para mostrar las dimensiones políticas de la trama y el contexto histórico de la novela.
Ubicacion
Ambiente físico
La obra se desarrolla principalmente en Santiago de Chile, durante el período colonial del siglo XVII. Los escenarios principales incluyen:
La hacienda de los Lisperguer: Un lugar de opulencia y poder, símbolo de la influencia y el dominio económico de la familia. La casa solariega y las tierras circundantes reflejan la jerarquía social y económica de la época. Aquí se desarrollan intrigas familiares y episodios de abuso y dominio, con Catalina (La Quintrala) como figura central.
La ciudad de Santiago: Representada como un espacio en crecimiento, con calles empedradas, iglesias imponentes y un mercado bullicioso que refleja la vida cotidiana de la sociedad colonial. La ciudad sirve como el centro de las actividades sociales, políticas y religiosas.
Las tierras rurales y campos: Escenarios donde se muestra la vida de los campesinos y sirvientes, en contraste con la vida de los aristócratas. Las haciendas reflejan la explotación de la mano de obra indígena y africana, destacando las desigualdades de la época.
Las iglesias y conventos: Lugares clave en el desarrollo de la historia, ya que simbolizan el poder de la religión en la sociedad colonial. También sirven como puntos de confrontación entre Catalina y las autoridades eclesiásticas, dada su fama de bruja y transgresora.
Momento histórico
La obra transcurre durante el período colonial en Chile, específicamente en el siglo XVII, una época marcada por:
El dominio español: Chile era parte del Virreinato del Perú, gobernado por la monarquía española. La sociedad estaba estrictamente jerarquizada, con los españoles en la cúspide y los indígenas, mestizos y esclavos en los niveles más bajos.
Conflictos sociales y económicos: La lucha por tierras y el poder económico entre las familias aristocráticas, como los Lisperguer, reflejan las tensiones propias de una sociedad colonial en formación.
Influencia de la iglesia católica: La iglesia tenía un control significativo sobre la vida cotidiana, dictando normas morales y legales. Catalina, con su actitud desafiante y su supuesta relación con la brujería, representa un desafío a esta autoridad.
Creencias en la brujería y el sobrenatural: En este contexto, Catalina es acusada de bruja, lo que refleja las supersticiones y el temor colectivo de la época. Esto también subraya las tensiones entre lo racional y lo místico en la mentalidad colonial.
La vida aristocrática: La novela detalla las intrigas, los matrimonios arreglados y las disputas políticas entre familias de la élite, lo que expone la corrupción y el uso del poder para intereses personales.
Ambiente físico La obra se desarrolla principalmente en Santiago de Chile, durante el período colonial del siglo XVII. Los escenarios principales incluyen: La hacienda de los Lisperguer: Un lugar de opulencia y poder, símbolo de la influencia y el dominio económico de la familia. La casa solariega y las tierras circundantes reflejan la jerarquía social y económica de la época. Aquí se desarrollan intrigas familiares y episodios de abuso y dominio, con Catalina (La Quintrala) como figura central. La ciudad de Santiago: Representada como un espacio en crecimiento, con calles empedradas, iglesias imponentes y un mercado bullicioso que refleja la vida cotidiana de la sociedad colonial. La ciudad sirve como el centro de las actividades sociales, políticas y religiosas. Las tierras rurales y campos: Escenarios donde se muestra la vida de los campesinos y sirvientes, en contraste con la vida de los aristócratas. Las haciendas reflejan la explotación de la mano de obra indígena y africana, destacando las desigualdades de la época. Las iglesias y conventos: Lugares clave en el desarrollo de la historia, ya que simbolizan el poder de la religión en la sociedad colonial. También sirven como puntos de confrontación entre Catalina y las autoridades eclesiásticas, dada su fama de bruja y transgresora. Momento histórico La obra transcurre durante el período colonial en Chile, específicamente en el siglo XVII, una época marcada por: El dominio español: Chile era parte del Virreinato del Perú, gobernado por la monarquía española. La sociedad estaba estrictamente jerarquizada, con los españoles en la cúspide y los indígenas, mestizos y esclavos en los niveles más bajos. Conflictos sociales y económicos: La lucha por tierras y el poder económico entre las familias aristocráticas, como los Lisperguer, reflejan las tensiones propias de una sociedad colonial en formación. Influencia de la iglesia católica: La iglesia tenía un control significativo sobre la vida cotidiana, dictando normas morales y legales. Catalina, con su actitud desafiante y su supuesta relación con la brujería, representa un desafío a esta autoridad. Creencias en la brujería y el sobrenatural: En este contexto, Catalina es acusada de bruja, lo que refleja las supersticiones y el temor colectivo de la época. Esto también subraya las tensiones entre lo racional y lo místico en la mentalidad colonial. La vida aristocrática: La novela detalla las intrigas, los matrimonios arreglados y las disputas políticas entre familias de la élite, lo que expone la corrupción y el uso del poder para intereses personales.
Analisis
Enseñanzas y análisis de Los Lisperguer y La Quintrala de Francisco José Colón
Enseñanzas clave
El poder y sus consecuencias
La historia de Catalina de los Ríos y Lisperguer (La Quintrala) nos muestra cómo el poder desmedido, la riqueza y la influencia pueden corromper a las personas. Catalina, una figura de autoridad y privilegio, utiliza su posición para dominar y subyugar, pero su historia también es un recordatorio de cómo estos excesos traen consigo consecuencias personales y sociales.
El impacto de las creencias y prejuicios
En el contexto del siglo XVII, las acusaciones de brujería y el temor a lo sobrenatural reflejan cómo las creencias y supersticiones pueden ser usadas como herramientas de control y exclusión. Este aspecto invita al lector a cuestionar cómo las ideas preconcebidas de una sociedad pueden influir en la percepción de las personas y sus actos.
El rol de las mujeres en la historia
Catalina, aunque vista como una figura controvertida, también representa la lucha de una mujer por ejercer control en un mundo patriarcal. Su carácter fuerte y desafiante destaca las tensiones entre la sumisión esperada de las mujeres y su deseo de autonomía. Esto invita a reflexionar sobre el papel de las mujeres en la historia y cómo sus acciones, aunque juzgadas, dejaron huella.
La justicia y la moralidad
El relato expone las contradicciones de un sistema judicial y moral basado en el privilegio de los poderosos. Las injusticias cometidas por Catalina y su familia son una crítica al doble estándar de la justicia y a las fallas de una sociedad que protege a los influyentes mientras castiga a los débiles.
Análisis de la obra
Un retrato de la sociedad colonial chilena
El libro no solo narra la vida de Catalina, sino que ofrece un espejo de las dinámicas sociales, políticas y religiosas de la época colonial. Las luchas de poder entre familias, la opresión de las clases bajas y el control de la iglesia católica revelan una sociedad dividida y rígida, donde las jerarquías eran incuestionables.
La figura de La Quintrala como símbolo
Catalina de los Ríos y Lisperguer es un personaje que provoca fascinación y repulsión a partes iguales. Su carácter transgresor y su rechazo a las normas establecidas la convierten en una figura compleja, que desafía la moralidad y las expectativas de su tiempo. Este dualismo entre villana y símbolo de rebeldía es uno de los aspectos más intrigantes de la obra.
La crítica a la hipocresía social
La novela también expone la hipocresía de una sociedad que condena ciertos comportamientos en público, mientras los perpetúa en privado. Catalina es tanto un producto de su entorno como una víctima de las expectativas contradictorias de la época.
El uso del miedo como control social
Las acusaciones de brujería y la relación de Catalina con lo sobrenatural son un reflejo de cómo el miedo puede ser utilizado como una herramienta para mantener el orden social. Esto resalta las tensiones entre lo racional y lo místico en el pensamiento colonial.
Reflexión final
La obra nos invita a explorar la complejidad humana y la influencia del contexto histórico en los actos de las personas. Los Lisperguer y La Quintrala no es solo un relato histórico, sino también una exploración de los dilemas éticos y las tensiones entre poder, justicia y moralidad que siguen siendo relevantes en la actualidad.
Enseñanzas y análisis de Los Lisperguer y La Quintrala de Francisco José Colón Enseñanzas clave El poder y sus consecuencias La historia de Catalina de los Ríos y Lisperguer (La Quintrala) nos muestra cómo el poder desmedido, la riqueza y la influencia pueden corromper a las personas. Catalina, una figura de autoridad y privilegio, utiliza su posición para dominar y subyugar, pero su historia también es un recordatorio de cómo estos excesos traen consigo consecuencias personales y sociales. El impacto de las creencias y prejuicios En el contexto del siglo XVII, las acusaciones de brujería y el temor a lo sobrenatural reflejan cómo las creencias y supersticiones pueden ser usadas como herramientas de control y exclusión. Este aspecto invita al lector a cuestionar cómo las ideas preconcebidas de una sociedad pueden influir en la percepción de las personas y sus actos. El rol de las mujeres en la historia Catalina, aunque vista como una figura controvertida, también representa la lucha de una mujer por ejercer control en un mundo patriarcal. Su carácter fuerte y desafiante destaca las tensiones entre la sumisión esperada de las mujeres y su deseo de autonomía. Esto invita a reflexionar sobre el papel de las mujeres en la historia y cómo sus acciones, aunque juzgadas, dejaron huella. La justicia y la moralidad El relato expone las contradicciones de un sistema judicial y moral basado en el privilegio de los poderosos. Las injusticias cometidas por Catalina y su familia son una crítica al doble estándar de la justicia y a las fallas de una sociedad que protege a los influyentes mientras castiga a los débiles. Análisis de la obra Un retrato de la sociedad colonial chilena El libro no solo narra la vida de Catalina, sino que ofrece un espejo de las dinámicas sociales, políticas y religiosas de la época colonial. Las luchas de poder entre familias, la opresión de las clases bajas y el control de la iglesia católica revelan una sociedad dividida y rígida, donde las jerarquías eran incuestionables. La figura de La Quintrala como símbolo Catalina de los Ríos y Lisperguer es un personaje que provoca fascinación y repulsión a partes iguales. Su carácter transgresor y su rechazo a las normas establecidas la convierten en una figura compleja, que desafía la moralidad y las expectativas de su tiempo. Este dualismo entre villana y símbolo de rebeldía es uno de los aspectos más intrigantes de la obra. La crítica a la hipocresía social La novela también expone la hipocresía de una sociedad que condena ciertos comportamientos en público, mientras los perpetúa en privado. Catalina es tanto un producto de su entorno como una víctima de las expectativas contradictorias de la época. El uso del miedo como control social Las acusaciones de brujería y la relación de Catalina con lo sobrenatural son un reflejo de cómo el miedo puede ser utilizado como una herramienta para mantener el orden social. Esto resalta las tensiones entre lo racional y lo místico en el pensamiento colonial. Reflexión final La obra nos invita a explorar la complejidad humana y la influencia del contexto histórico en los actos de las personas. Los Lisperguer y La Quintrala no es solo un relato histórico, sino también una exploración de los dilemas éticos y las tensiones entre poder, justicia y moralidad que siguen siendo relevantes en la actualidad.
Adaptaciones
No se tiene registro de adaptaciones directas en cine o teatro basadas en Los Lisperguer y La Quintrala. Sin embargo, La Quintrala ha sido inspiración de múltiples obras, incluyendo la telenovela chilena La Quintrala (1987) y otras representaciones literarias que retratan su figura, como la obra de Magdalena Petit.
No se tiene registro de adaptaciones directas en cine o teatro basadas en Los Lisperguer y La Quintrala. Sin embargo, La Quintrala ha sido inspiración de múltiples obras, incluyendo la telenovela chilena La Quintrala (1987) y otras representaciones literarias que retratan su figura, como la obra de Magdalena Petit.